La
desobediencia civil es un acto consciente e intencional, público, colectivo, pacífico, de infracción a una norma jurídica, apelando a la justicia y con fines innovadores y no destructivos. Si vamos punto a punto, podemos hacer una correlación entre el Movimiento 15M y esta definición.
-
Acto: puede ser un 'hacer lo que no debes' o un 'no hacer lo que debes'; no es un derecho, sino un hecho. ¿Cuál es nuestro acto? Hacemos algo que no debemos [legalmente hablando], es decir, ocupamos una plaza pública sin consentimiento.
-
Consciente e intencional: esto conlleva el entendimiento de lo que se hace y la voluntariedad. Somos totalmente conscientes de lo que estamos haciendo, y es un movimiento totalmente voluntario; nadie nos ha apuntado con una pistola a la cabeza para acampar en la Puerta del Sol.-
Público: no hace falta definir qué es un acto público, y qué acto más público que acampar en una plaza pública, con los medios de comunicación publicitando lo que hacemos [no de forma correcta la mayoría, pero eso es otro tema].
-
Colectivo: en el colectivo, la responsabilidad se da a título individual. Nosotros estamos reivindicando de forma colectiva[somos miles de individuos convertidos en un movimiento colectivo], el Movimiento 15M no es algo de una sola persona u organización, es algo de todos.
-
Pacífico: en la Desobediencia Civil se prohíbe el uso de violencia como medio, aunque si se produjese un altercado violento [tanto físico como psicológico] como daño colateral, seguiría siendo desobediencia civil. El asentamiento en la Puerta del Sol no está movido por medios violentos, los mismos comerciantes de la plaza han dicho que somos "muy civilizados", y claro se ve, incluso en los medios de comunicación, que no está habiendo más altercados que los intentos de desalojo, considerándolos pues, un daño colateral.
-
De infracción a una norma jurídica: para que se considere desobediencia civil se tiene que infringir una norma jurídica escrita. La desobediencia civil
no es un acto ilegal, algunos autores hablan de paralegalidad, pero se debe respetar el núcleo duro de la democracia, es decir, la Constitución en sus principios básicos. Nosotros, desde la Puerta del Sol, desde las demás plazas del
Estado y del resto de Europa, y desde nuestros barrios, estamos infringiendo una norma [el hecho de haber ocupado una plaza pública] pero mantenemos los principios básicos de la Constitución: no luchamos en contra de la Constitución, luchamos por lo que la Constitución nos dice que tenemos, pero que no podemos disfrutar.
-
Apelando a la justicia: la causa, la razón completa por la que se desobedece civilmente la ley, debe ser en pos de la justicia. ¿Y no es justo, señores y señoras, que luchemos por tener una democracia real, digna y en la que todos participemos?
-
Con fines innovadores y no destructivos: la finalidad de la desobediencia civil nunca es destruir una norma, un Estado. Es transformarla, es mostrar que esa norma no vale y que es el momento de cambiarla. Los 4 mínimos que se piden desde la Puerta del Sol son la reforma de la Ley Electoral, la detención de la corrupción política, la separación efectiva de los poderes públicos [legislativo, ejecutivo y judicial] y la creación de mecanismos de control ciudadano para la efectiva exigencia de responsabilidad política. No pretendemos acabar con el Estado, acabar con la Constitución. Exigimos unas reformas constitucionales que nos doten de una real democracia.
Al igual que los movimientos de Mahatma Gandhi o Martin Luther King, entre otros, estamos luchando por algo justo, desobedeciendo la ley. No existe un tipo en el Código Penal español por el que se nos considere delincuentes. No somos delincuentes. Somos desobedientes civiles. Para que finalmente se nos acabe considerando desobedientes civiles, debemos además, acarrear con las consecuencias y cumplir aquello que se considere que debemos cumplir. Pero la desobediencia civil hizo que en EEUU se terminara con la segregación de negros en los autobuses y que la India consiguiera su independencia de forma pacífica.

El Movimiento 15M está siendo un éxito. ¿Por qué? Porque no estamos sobrepasando los límites de tolerancia como para que fracase. Y así ha de seguir. En el momento en que sigamos haciéndolo como hasta ahora, se considerará que no estamos delinquiendo, sino que estamos cometiendo una acción que va en contra del Derecho, es decir, antijurídica, pero justificada ética y moralmente, lo que nos deja libres de pena.