martes, 27 de septiembre de 2011

Lo fácil de ser periodista

No hay carrera profesional que conlleve más mentiras que la de periodismo. Para ser periodista se necesita tener vocación. Mentira. Para ser periodista tienes que saber contar historias. Mentira. Para ser periodista tienes que estudiar una carrera. Mentira. Para ser periodista tienes que ser objetivo. Más mentira.
Un nombre artístico, un poco de tiempo libre -que a día de hoy es fácil conseguir- y un mínimo de conocimientos de Internet son suficientes para poder ser considerado periodista a día de hoy. La gente ya no lee, ya no piensa, ya no se crea su propia opinión. Ahora, con suerte, abres un periódico, lees cuatro artículos que crees que coinciden con tus opiniones, y eso es todo lo que sabes sobre el tema. La gente no se preocupa en saber si lo que lee es cierto o no. Entonces, cuando tienes tu impresión-sobre-temas-actuales-forjada-gracias-a-la-opinión-de-otros, te montas tu blog, le das un toque intelectual (un dibujito de unas gafas, o un colorido básico minimalista), cuentas las decisiones que has tomado en tus últimas horas con respecto al tema de moda y voilà, eres periodista freelance.
Ya no impresiona escribir en un medio, ya no importa tener las mínimas aptitudes ortográficas, sintácticas o gramaticales y ya no cuenta para nada haber estudiado una carrera; ahora lo que importa es tener una cara peculiar, contar con los eternos-amigos-del-infierno, y contar con una red social desde la que publicitar tus textos. Ya no impresiona saber de economía, ya no importa creer en algo diferente a los demás y no cuenta para nada conocer todas las opciones antes de opinar; ahora lo que importa es aparentar que no eres tonto, unirte a la posición mayoritaria (o a la minoritaria, si tienes un poco de valentía) y contar con tus palabras -o no- lo que otros han dicho. Tal vez tengamos que admitir las críticas que reciben la mayoría de los periodistas actuales, quizás tengan razón; para mí es sólo un problema de contenido. Se ha perdido por el camino el significado auténtico del ser periodista.