domingo, 25 de julio de 2010
Negación rotunda
A veces es mejor cerrar los ojos y mirar para otro lado. La mayoría de las veces eso no funciona de nada. He decidido radicalizar lo que antes sólo estaba teóricamente radicalizado. He decidido negarme en rotundo a lo que no me apetece, decir adiós muy buenas cuando no tenga ganas de seguir una conversación, incluso levantar la voz cuando el nervio me pueda. Y no pienso pedir perdón por hacerlo siempre y cuando tenga razón. Hoy sé que la tengo, y no tengo ninguna duda. Así que hoy, desués de haber levantado la voz cuando tuve razón, después de decir adiós muy buenas por no seguir una conversación, me niego en rotundo. Es lo que más me apetece, negarme. Luego, ya veremos qué es lo que toca venir. De momento, me niego, y seguiré negándome a menos de que pase algo que todos sabemos que no va a pasar.
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